Adalgisa Alves, una madre de São José De Ribamar, en Brasil, ha tenido que hacer una ardua labor desde que nació su hija, Gaziely Alves Régis, una joven de ahora 29 años que padece de hidrocefalia gigante.
Al parecer, los problemas de salud de la joven empezaron desde que estaba en el vientre, pues su madre contrajo rubéola.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explica que la rubéola en el embarazo es un “riesgo de sufrir un aborto espontáneo o un nacimiento sin vida”. Incluso, “los bebés en gestación corren el riesgo de sufrir defectos de nacimientos graves”.
Al nacer Gaziely, los médicos le informaron a Adalgisa que su bebé padecía hidrocefalia (la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro).
Además, le indicaron que la menor solo viviría hasta los 3 meses, pero, para su sorpresa, ha vivido 29 años.
Gaziely es conocida como una “bebé gigante”. No puede hablar, caminar ni ver.
En diálogo con el medio Oimparcial, Adalgisa dijo: “Nosotros hablamos, ella sonríe. Los médicos pueden incluso decir que no entiende nada, que no tiene cerebro, pero para mí, ella entiende”.
Debido a que Gaziely necesita muchos cuidados, su progenitora renunció a su trabajo para poder atenderla.
“No espero nada de ella. Solo doy lo que puedo dar, que es mi amor. Es realmente amor. No hay otra palabra. La amo tal y como es”, comentó esta mamá.
Gracias a las campañas de donación, han logrado recaudar fondos para pagar desde la alimentación hasta los servicios médicos que necesita la joven.
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