En China ha sido controversial el caso de una mujer embarazada que asegura que su arrendadora la desalojó luego de que ella le informó que estaba encinta.
El medio South China Morning Post compartió la historia de esta mujer de la ciudad de Cantón.
Según la versión de la protagonista de esta historia, ella le comentó a la dueña de la vivienda que tenía cinco meses de embarazo, pero la respuesta de la mujer la sorprendió.
“Mejor prestar una casa a un difunto que a un recién nacido”, fue la polémica frase.
Explicó que este dicho está relacionado con una creencia china, en la que se piensa que, si un bebé nace en una casa, se llevará la suerte de la familia, pero, si alguien muere en esta, dejará su fortuna.
Además, algunos piensan que cada familia tiene un número determinado de vidas y muertes y, si alguien ajeno a ese núcleo nace en esa casa, se llevará la cuota de vidas de ese linaje, según reseñó el medio TN.
La mujer y su esposo debieron abandonar la casa y recibieron un pago por parte de la dueña por el desalojo.
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