Valéria Campos vivió toda una pesadilla luego de haberse colocado extensiones de pestañas.
La enfermera brasileña llevaba cerca de un año practicándose este procedimiento estético, pero las cosas empeoraron cuando decidió hacerse un retoque.
Cuatro meses después de hacer el mantenimiento de sus pestañas, decidió regresar al salón de belleza para que le colocaran algunas extensiones que se le habían caído.
Según BBC, Campos contó que tres horas después del procedimiento sintió cómo sus párpados empezaron a “enrojecer, hincharse y doler”.
Le pareció extraño el haber tenido esta reacción, pues la profesional utilizó los mismos materiales a los que la mujer estaba acostumbrada.
Esperó que amaneciera para regresar al salón de belleza y quitarse las pestañas postizas.
El dolor continuó, así que fue a la sala de urgencias de un hospital en la ciudad de Belo Horizonte y allí la revisó un oftalmólogo.
El médico le explicó que estaba padeciendo una infección, pero desconocía si se debía al tipo de pestañas que le habían colocado o al pegamento que utilizaron.
Tras el incidente, debió tomar antibióticos durante siete días. El problema no afectó su visión, pero sí sus pestañas, pues estas no volvieron a crecer igual que antes del procedimiento.
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