El martes 14 de noviembre de 2023, Jessy R. Kurczewski, de 39 años, fue declarada culpable en Wisconsin, Estados Unidos, de haber asesinado a su mejor amiga, Lynn Hernan.
En 2018, Jessy llamó a la Policía para reportar que la mujer de 61 años no respiraba. Las autoridades la encontraron en medio de frascos de pastillas y un plato.
Jessy declaró que su amiga se había estado comportando de “manera extraña” y que creía que “tenía intenciones suicidas”.
A pesar de que el crimen ocurrió hace cinco años y que en un principio se creía que Lynn se había suicidado, el tribunal reabrió el caso en el 2021, pues los familiares y amigos de la mujer declararon que la situación fue muy extraña.
Un informe toxicológico mostró que Lynn tenía una “cantidad letal en la sangre de tetrahidrozolina”, el ingrediente principal de las gotas para los ojos.
Al empezar las investigaciones, Jessy aseguró que Lynn tenía una obsesión con las gotas para los ojos y que ella había cumplido la solicitud de la mujer de llevarle una botella de agua que contenía el fármaco, pero que jamás pensó que la fuera a enfermar, pues, según su declaración, ella llevaba mucho tiempo consumiéndolas.
Al conocerse que Jessy era una de las herederas de Lynn y que había gastado cerca de 300.000 dólares de la víctima, la justicia puso sus ojos en la mujer de 39 años.
El medio Daily Mail explicó que, cuando se produjo la muerte de la adulta mayor, Jessy se encontraba en un complicado momento financiero, por ello procedió a utilizar el dinero de Lynn.
Telemundo Chicago informó que la juez Jennifer Dorow y el jurado concluyeron que Jessy había matado a Lynn para cobrar la herencia.
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