Giuseppina Giuliano, una mujer de 29 años, ha compartido lo difícil que se ha convertido el llegar a su sitio de trabajo, pues debe pasar 8 horas en un tren de alta velocidad para lograrlo y luego volver a casa.
Trabaja en el centro financiero del norte de Italia, en la escuela secundaria Boccioni, donde gana 1.165 euros mensuales.
Según la base de datos Expatistan, el costo de vida mensual en Nápoles (para una sola persona) es de 1.435 euros, mientras que en Milán es de 2.156 euros.
Intentó encontrar una propiedad de 600 euros en Milán, pero no lo logró, así que decidió que su mejor opción sería vivir en Nápoles.
“Entre el alquiler, las facturas de servicios públicos y los gastos, habría gastado todo mi salario si me hubiera mudado a Milán y probablemente habría tenido que pedir ayuda financiera a mi familia”.
La mujer relató que debe despertarse a las 3:30 a.m. para tomar el tren a las 5:09 a.m., luego baja de la estación a las 10:30 a.m. Al finalizar su jornada laboral, toma nuevamente el transporte a las 6:20 p.m. y llega a su destino a las 10:53 p.m.
La institución se encuentra en búsqueda de un hogar cercano para esta trabajadora, pero ante el alto costo de vida, es difícil que pueda mantenerse sin recibir un aumento salarial.
La historia de Giuliano ha puesto en el ojo del huracán la crisis del costo de vida que hay en Italia, así lo ha denunciado el medio Open, donde se enfatizó que se debe garantizar un salario que permita una “existencia libre y digna”.
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