Daniel Kablutsiak, un hombre que vive en Arviat, Canadá, contó cómo debió someterse a una estricta dieta para salvarle la vida a su hijo.
Hunter, de 16 años, fue diagnosticado con enfermedad renal en etapa 5 durante el 2020. Desde entonces debía tomar hasta 10 pastillas diarias para intentar mantener su estado de salud.
comentó Daniel al medio CBC Canadá.
Para que la calidad de vida de Hunter mejorara, debía recibir un trasplante de riñón. El candidato idóneo era su padre, pero había un inconveniente: pesaba 126 kilos.
Para salvar la vida de Hunter se sometió a una dieta y a hacer ejercicio. Dejó el azúcar, comenzó a caminar 5 km diarios y a ir al gimnasio.
La esposa de Daniel, Francine, dijo que este reto no fue fácil para su pareja, pues durante 13 meses debió dejar a un lado sus alimentos favoritos.
Para el mes de marzo, los médicos le informaron que ya había sido adoptado como donante de órganos para Hunter, pues ahora pesaba 89 kg.
Desde que Hunter conoció que su papá podría donarle un riñón, “su espíritu y energía subieron. Puedo ver el brillo en su rostro como una especie de alivio o algo así”, contó Daniel.
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