Dos aviones de combate estadounidenses se aproximaron a una aeronave de Irán que realizaba un vuelo comercial y sobrevolaba el espacio aéreo de Siria.
Momentos de tensión, desconcierto e incluso pánico y llanto se vivieron entre los pasajeros del avión, que provenía de Teherán (Irán) y que finalmente aterrizó sin problemas en su destino, Beirut (Líbano).
Aunque el comando de Estados Unidos en Medio Oriente calificó la maniobra como una inspección visual habitual, Irán protestó ante las Naciones Unidas por el incidente, que considera una violación flagrante de la ley internacional.