Por llevar a su animal de servicio, hombre denunció que lo vetaron de por vida en cadena de tiendas
Justin Wood, un creador de contenido estadounidense, aseguró haber sido vetado de por vida en una cadena de tiendas norteamericana por llevar a su animal de servicio, un pato, al comercio.
En un video de su canal de YouTube, seDUCKtive, el cual tiene 2,75 millones de seguidores, el hombre mostró cómo en un recorrido por la tienda con su animal de servicio fue abordado por el personal de la cadena.
Antes de la intervención de la tienda, el pato había estado en su coche y, en ocasiones, había sido abordado por algunos compradores para ser acariciado.
"Desafortunadamente tu animal no puede estar aquí... Eres más que bienvenido de quedarte, pero el animal no puedo hacerlo. No hay mascotas aquí. Tu animal, aunque sea considerado un animal de servicio, debes ser capaz de contenerlo y puede salir volando", le explicó una empleada.
Aunque el hombre intentó argumentar que el animal de servicio no iba a salir volando, la empleada de la tienda departamental le dijo que, incluso si fuera un perro, debía mantenerlo con correa.
Ante esta respuesta, el hombre bromeó y le puso una correa imaginaria al pato, bajándolo del coche y dejándolo caminar por la tienda. La acción hizo que la empleada llamara a la Policía.
El hombre se paseó un rato por la tienda y compró unos artículos hasta que finalmente fue escoltado fuera de la tienda, donde un oficial de la Policía lo esperaba.
El oficial le pidió mostrarle un documento de identidad e incluso sonrió cuando vio la “identificación” del pato, sin embargo, le comentó que la cadena de tiendas había pedido vetarlo de por vida.
La decisión de la tienda causó diferentes en las personas, sin embargo, muchos se pusieron de lado del animal de servicio. "La forma en que actuaron fuera realmente repugnante. Tenía el papeleo y Wrinkle estaba dentro de un cochecito", comentó uno de los seguidores.
Al tiempo regresó y le dijo que debía comprar un juguete que el animal de servicio había tocado, pero al hombre no le importó y pagó por el peluche. "Solo buenas vibras", expresó antes de irse.
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