Ann Flin, una mujer de 54 años del Reino Unido, se llevó un gran susto luego de ir a comprar unas gafas de sol.
Cuando se estaba probando algunos modelos de gafas y siendo analizada, el especialista le descubrió una pequeña inflamación en un ojo.
dijo.
La inflamación en su ojo era sumamente peligrosa, tanto así que corría el riesgo de tener convulsiones.
Gracias a su pronta reacción, Flin conoció que el tamaño del tumor era de una uva y por ello consultó con su médico para extirparlo mediante una cirugía.
contó Flin.
Los médicos le advirtieron que el tumor podía ser cancerígeno debido al lugar donde se encontraba, pero luego de otros exámenes determinaron que era benigno.
El doctor le explicó que, debido a que su cerebro estaba inflamado, su nervio óptico se había afectado.
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