La estadounidense Kimberly McCormick deseaba que le retiraran el exceso de piel que tenía, por ello viajó a Tijuana, en México, debido a que allí la cirugía le saldría más económica.
Le contó al medio FOX 13 que no era la primera vez que ella visitaba ese sitio, pues 6 años atrás allí le habían practicado una cirugía de pérdida de peso, la cual denominó como “exitosa”.
En este nuevo procedimiento buscaba un levantamiento de senos y que le quitaran exceso de piel en muslos, brazos y estómago.
“Cuando me desperté me dolía mucho el pecho y comencé a llorar”, relató.
Al percatarse de que le habían colocado unos implantes, ella alertó al personal. Para el colmo, según cuenta, la coordinadora médica le dijo que, en algún momento, ella se los había pedido al cirujano.
No obstante, ella jamás le pidió a los galenos que le realizaran esa intervención.
Para su sorpresa, también le practicaron un levantamiento de glúteos brasileño.
La hija de Kimberly denunció que fueron obligadas a pagar 2.500 dólares más de lo que ya habían depositado por la cirugía que, en un principio, se iba a realizar la mujer.
De acuerdo con Kimberly, “me quitaron mi tarjeta, se la dieron a otra persona, le dijeron que la ejecutara y me la devolvieron en mi cama. Miraron al coordinador y le dijeron 'sáquenla de aquí'".
Además, según dijo, antes de marcharse la presionaron para que firmara los documentos en los que debía autorizar que le colocaran los implantes y le hicieran el levantamiento de glúteos.
En San Diego, Estados Unidos, acudió a un hospital para que la examinaran. Allí le suministraron antibióticos. Pero debido a que las heridas no han podido cicatrizar, la mujer se someterá a otra cirugía para retirarse los implantes.
Denunció el caso ante el FBI y ahora se encuentran investigando a dónde fue a parar el dinero de la mujer.
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