Hannah Catton, una joven de 25 años que vive en Australia, desea hacer un llamado de atención para que las mujeres tomen precaución ante la posibilidad de tener cáncer de ovario.

Todo empezó en 2019, cuando experimentó fuertes dolores menstruales, infecciones urinarias, diarrea y sofocos.

Los doctores le formularon antibióticos y le aconsejaron bajar de peso, pues, al parecer, atribuyeron sus malestares a su porcentaje de grasa, pero la verdad es que estaba padeciendo cáncer de ovario.

“Estaba bastante enojada porque estaba razonablemente (físicamente) en forma. Era talla 10 y tenía el abdomen hinchado, pero por lo demás no me consideraba en sobrepeso”,

detalló la joven a TODAY.

Empezó a practicar deporte, pero su salud empeoró

Incluso, siguió subiendo de peso, así que los doctores sospecharon que tenía embarazo ectópico, le hicieron un ultrasonido y una prueba de sangre. Los resultados arrojaron una anomalía y más adelante le informaron que tenía cáncer de ovario.

Les pide a las mujeres que se hagan exámenes cuando noten que algo no está bien con su salud, esto debido a que, si están padeciendo alguna enfermedad, “pueden obtener un diagnóstico temprano”.

Tras pasar por una cirugía de emergencia (para extirpar un tumor que se había reventado), debió someterse a cuatro rondas de quimioterapia.

No es la primera mujer que ha recibido un diagnóstico erróneo respecto al cáncer de ovario. Catton dice en sus redes sociales que muchas mujeres le escriben para contarle que han tenido experiencias similares a la de ella.

“Me han dicho que los médicos las han ignorado y les han dicho que tienen sobrepeso, hormonas, menopausia, etc., es impactante”,

afirmó Catton.

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