Una mujer francesa de 37 años padeció un fuerte dolor e inflamación abdominal durante 10 días. Tras una serie de exámenes médicos, se enteró de que estaba embarazada de 23 semanas y que el feto crecía en su intestino.
La revista New England Journal of Medicine reveló que la paciente estaba experimentando un embarazo ectópico abdominal, en el que un óvulo fecundado se implantó fuera del útero.
Este tipo de gestaciones, que representan menos del 2% de embarazos, son peligrosas porque pueden causar hemorragia interna, ruptura de las trompas de Falopio o estado de shock.
Muchos pensaron que el bebé no nacería por las complicaciones que podría presentarle a la mujer, pero la paciente fue trasladada a otro hospital para someterla a una cesárea.
Debido a que el feto se había desarrollado en completa normalidad, el bebé nació sano y fue internado en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Luego de tres meses, tanto el bebé como la madre pudieron regresar a casa.
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