La aerolínea transportará nuevamente al pontífice de regreso al Vaticano. Así relató la tripulación, que ya lo atendió, la sensación que les produce este viaje.
Lina María Monsalve, jefe de cabina, recuerda que en su viaje desde Bogotá el líder de los católicos solo pidió verduras y arroz. Y que no dejó nada del helado con galletas de vainilla que le sirvieron.
El domingo 27 de enero, el vuelo trasatlántico no solo llevará a Francisco sino también a 140 personas más, entre la comitiva vaticana y un grupo de periodistas de todo el mundo que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud.
“Es una combinación entre las emociones que sentimos, el orgullo que sentimos de transportar al santo padre combinado con todo el profesionalismo”, dice Álvaro Acero, uno de los pilotos al mando de la aeronave.
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