Gobierno restringió circulación en la capital y seis estados. Pero a los venezolanos les preocupa el costo de los tapabocas y la falta de comida si se quedan en casa.
Cerca de 10 millones de venezolanos amanecieron este lunes confinados de manera obligatoria por orden del presidente Nicolás Maduro, quien espera contener la propagación del coronavirus en el país, donde hasta ahora se registran 17 casos y ningún fallecimiento.
Caracas y otros seis estados (Táchira, Zulia, Miranda, Apure, Cojedes y La Guaira) comenzaron a las 05.00 hora local (09.00 GMT) la llamada cuarentena social que no tiene fecha estimada de culminación y que suspende el derecho a la circulación en esas zonas, salvo emergencias y para quienes trabajan en áreas prioritarias como la salud.
El Metro de Caracas, el principal medio de transporte en la capital venezolana, opera este lunes con una concurrencia diezmada debido a la cuarentena que incluye la suspensión de actividades escolares en todos los niveles, así como el cese de labores en las empresas no prioritarias.
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Las fuerzas de seguridad del Estado están desplegadas en las entradas de las siete localidades confinadas y mantienen el acceso restringido, por lo que se han generado colas en varias vías del país.
Solo en Caracas, las autopistas que conducen a las ciudades cercanas de La Guaira y Guarenas registran cientos de vehículos en cola a la espera de poder avanzar, aunque las autoridades insisten en que la cuarentena "no son unas vacaciones" y que la orden es mantenerse en casa.
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En el caso de Táchira y Zulia, ambos fronterizos con Colombia, la cuarentena implica quedarse encerrado sin electricidad durante varias horas debido a los apagones que registran esas entidades federales a diario.
El suministro de combustible que ya era intermitente en casi todo el país, ahora fue suspendido por completo en algunas regiones a la espera de un nuevo plan de abastecimiento, una decisión que ha desatado pequeñas protestas en el Táchira, pese a la prohibición de reuniones grupales.
Las entidades bancarias y financieras también suspendieron la atención directa de clientes y limitarán sus operaciones a las plataformas digitales.
El Gobierno, entretanto, promueve insistentemente a través de los medios del Estado el uso de tapabocas, el lavado frecuente de manos, la distancia social y el encierro en casa como la manera más eficaz de contener la propagación de esta enfermedad que ya alcanza a más de 160.000 personas en el mundo.
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