El alto costo de los anticonceptivos y otros factores ligados a la crisis de ese país agravan el problema.
Aiskel Mejia tuvo su primer embarazo a los 15 años de edad. Ahora tiene dos hijos y no tiene empleo. Tampoco utiliza algún método anticonceptivo. Dice que ha intentado colocarse, sin suerte, los implantes hormonales en las jornadas que está realizando el Ministerio de Salud.
“Sí he averiguado, pero reparten que 10, 20 números y son 100 o 200 personas, nunca alcanza”, dice.
Comprar un dispositivo hormonal cuesta $40 y las pastillas más que un salario mínimo mensual. La doctora Saturnina Clemente, hace dos semanas, participó en una jornada para colocar implantes anticonceptivos en una barriada popular.
“Nos dieron 200 implantes que se nos fueron en 2 operativos y quedaron por fuera muchas personas que estaban en la lista. Qué te diría, más de 100”, explica Saturnina.
Desde enero, el Gobierno inicio el programa gratuito de dotación de anticonceptivos a través del financiamiento de organismos internacionales como la ONU. Sin embargo, para muchos se envía un mensaje contrario a la población juvenil al aumentar los bonos por maternidad.
Pero el problema no son solo los embarazos adolescentes, también el aumento de la mortalidad materna, que se ha incrementado en 20 por ciento por los abortos en condiciones no adecuadas por la falta de legislación en el país. Así lo señala el reciente informe de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.
Updated: agosto 22, 2019 04:14 p. m.