El Kremlin reiteró que “nada tiene que ver” con la supuesta injerencia de Moscú en la campaña presidencial de 2016.
"Esta investigación es un dolor de cabeza para nuestros colegas estadounidenses. No tiene nada que ver con nosotros", dijo el portavoz Dmitri Peskov a la prensa, al ser preguntado si la destitución del fiscal general Jeff Sessions podría influir en la investigación que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller.
Moscú ha reiterado varias veces que nunca intentó influir en la presidencial de 2016, que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca.
Trump despidió a Sessions, abriendo interrogantes sobre la investigación de esta supuesta trama rusa.
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Desde hace más de un año, el presidente estadounidense reprochaba a Sessions ser un ministro "muy débil", incapaz de protegerlo de una "caza de brujas".
Mueller, que dirigió el FBI de 2001 a 2013 bajo George W. Bush y luego Barack Obama, intenta determinar si hubo colusión entre Moscú y el equipo de campaña de Trump en la presidencial de 2016.
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