El mandatario acusa a Teherán de preparar ataques en el golfo Pérsico tras conocer supuestas fotos que mostraban que había cargado misiles en botes.
"Si Irán quiere pelear, ese será el fin oficial de Irán. Que nunca vuelva a amenazar a Estados Unidos", escribió Trump en un tuit.
If Iran wants to fight, that will be the official end of Iran. Never threaten the United States again!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 19, 2019
La relación se ha tensado particularmente en las últimas semanas, en las que Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en el golfo Pérsico para aumentar la presión sobre el gobierno de Teherán, al que acusa de preparar ataques contra sus intereses en la región.
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El gobierno estadounidense envió portaviones y bombarderos B-52, en respuesta a supuestas fotografías que mostraban que Irán había cargado misiles en pequeñas embarcaciones.
Además, retiró a su personal diplomático no imprescindible de Irak, citando amenazas de grupos armados iraquíes respaldados por Irán.
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Pese a la escalada, Trump intentó generar una instancia de diálogo el jueves, que Irán rechazó.
El domingo, un cohete Katyusha fue disparado contra la Zona Verde en Bagdad, que alberga instituciones gubernamentales y embajadas, incluida la estadounidense. No quedó claro quién estuvo detrás del ataque.
Estados Unidos e Irán están en el peor momento desde que Trump decidió hace un año retirarse del acuerdo internacional alcanzado en 2015 para limitar el programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de las sanciones contra Teherán, e incluso desde el restablecimiento de sanciones económicas.
Medios estadounidenses especulan con que existen diferencias dentro del gobierno sobre cómo abordar el tema de Irán. Estas versiones indican que el asesor presidencial de seguridad nacional, John Bolton, promueve una línea dura contra Irán. El mismo Trump ha dicho que tiene que "moderar" a Bolton, cuya visión es resistida por otros funcionarios.
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Irán minimiza riesgo de guerra
Pese al mal momento, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, minimizó el sábado la posibilidad de una nueva guerra en la región.
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Tras una visita a China, dijo estar "seguro (...) de que no habría guerra", ya que Irán no quiere un conflicto y que "nadie se hace ilusión de enfrentar a Irán en la región", informó la agencia oficial de noticias Irna.
Por otra parte, Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, pidió una convocatoria urgente de dos cumbres regionales por los cruces, y afirmó este domingo por medio de su ministro saudita de Relaciones Exteriores, Adel al Jubeir, no buscar una guerra con Irán.
Sin embargo, al Jubeir dijo que están dispuestos a "defenderse y defender sus intereses", si la otra parte decide encaminarse hacia un conflicto armado.
Las reuniones promovidas por Riad se celebrarán el 30 de mayo en La Meca "para conversar sobre estas agresiones y sus consecuencias en la región", indicó la agencia de prensa oficial saudita, SPA.
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Se trata de "consultarse y coordinarse con los dirigentes hermanos" respecto de "todas las cuestiones susceptibles de reforzar la seguridad y la estabilidad en la región".
Crecen las reservas de petróleo
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Los aliados regionales del reino aclamaron la invitación saudí. El Ministerio de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos dijo que en las "circunstancias críticas" actuales, los países del Golfo y árabes deben mostrar unidad.
El tema económico central en la región es el petróleo. Este domingo, en una reunión clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Yedá, Arabia Saudita, el anfitrión y Emiratos Árabes Unidos estimaron que no hay razón para aumentar la producción de petróleo, a pesar de la caída en Irán y Venezuela.
El ministro de Energía saudita, Jaled Al Faleh, se mostró incluso preocupado por un alza en los stocks mundiales. "Vemos que las reservas (de petróleo) aumentan", dijo Al Faleh.
"Ninguno de nosotros quiere ver que las reservas se inflen de nuevo. Debemos ser prudentes", agregó, en referencia a la situación de fines de 2018 que había llevado a una caída de los precios del crudo.
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Irán, también miembro de la OPEP, y afectado por las sanciones de Estados Unidos, estuvo ausente en la reunión.
El principal rival regional de Arabia Saudita ha sido señalado por Riad después de los ataques con drones a un oleoducto saudita reivindicado por rebeldes yemeníes respaldados por Teherán.
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Estos ataques se produjeron pocos días después de "actos de sabotaje" no atribuidos que, entre otros, afectaron a petroleros saudíes en el Golfo. Sin embargo, Riad aseguró el domingo que la seguridad de su industria petrolera es "sólida".