En una iglesia, por ejemplo, comenzaron atendiendo a 60 personas y ahora entregan 1.200 comidas.
Un video, que se hizo viral en redes sociales, también evidencia el caos que puede ocasionar la donación de alimentos. “Ya va, no puedo, no puedo”, se escucha decir a un venezolano desbordado por la cantidad de gente que pide ayuda.
En algunos lugares, niños y adultos hacen filas de una hora para tomarse un plato de sopa.
“Vemos que no solo vienen gente indigente, vienen familias completas, vienen profesionales”, reconoce Paul Flandinett, pastor de iglesia.
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Updated: abril 24, 2018 03:25 p. m.