Una cámara de fotos, una libreta de apuntes y las llaves de un carro simbolizaron el último adiós a Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra.
Desde muy temprano, Ricardo Rivas, hermano de Paúl, abrazó su féretro en la capilla de Quito.
Cientos de personas acompañaron a los familiares del equipo periodístico en las exequias, en las que los ataúdes estaban cubiertos por la bandera de Ecuador y lucían arreglos florales junto a la fotografía de Rivas, Ortega y Segarra.
En el transcurso de la ceremonia, Yadira Aguagallo, novia del fotógrafo, retomó la frase "nadie se cansa" que se repitió en las manifestaciones callejeras desde que se conoció el secuestro, convertido en el sentir popular de que la sociedad se mantendría vigilante hasta la recuperación de los desaparecidos.
Publicidad
"Nadie se cansa porque la paz es un trabajo de todos los días. Que nadie se canse en la búsqueda de la verdad y la justicia", manifestó Aguagallo antes de agregar que "al miedo se le hace frente con periodismo".
También periodista, la pareja del reportero gráfico agradeció a toda la sociedad ecuatoriana por acompañar a los familiares en la iglesia, que recibía a los asistentes con una gran bandera de Ecuador en el piso sobre la que se leía "Hay esperanza, nadie se cansa" y "Nos faltan tres", frases que también se reprodujeron desde marzo pasado en las concentraciones y vigilias.
Publicidad
Otro cartel, sobre un fondo blanco y un gran corazón rojo, destinado a Rivas, cubría el suelo con una emotiva frase: "Sé que desde el cielo nos cuidas, pero acá nos haces mucha falta, te extrañamos".
También se leía la leyenda "Nos falta Javier, Paúl y Efraín, por justicia, nadie se cansa".
En la iglesia se colocaron hojas en las que la gente escribía mensajes de apoyo a los familiares del equipo de prensa asesinado por un grupo disidente de las FARC, liderado por Walter Patricio Arizala Vernaza, alias ‘Guacho’, por el que los gobiernos de Ecuador y Colombia han ofrecido una recompensa millonaria.
Le puede interesar:
Publicidad
Periodistas ecuatorianos cambiaron micrófonos por flores para recibir a compatriotas asesinados Fernando Salvador, un fotógrafo amigo de Paúl Rivas, recordó los difíciles momentos atravesados desde marzo y aseguró que los compañeros seguirán luchando para que se esclarezca el caso, inédito en Ecuador.
"Nuestra intención era que regresen vivos, pero nos los entregaron en una caja y al menos la familia, amigos y el pueblo tienen un lugar dónde llorarlos", apuntó antes de rescatar, según él, "el legado que nos dejan es que hay que ser nobles, buenos, generosos y sonreírle a la vida".
Publicidad
Le puede interesar:
Periodistas ecuatorianos asesinados recibieron homenaje en sede del diario El Comercio Ortega, Rivas y Segarra fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la zona de Mataje, en la provincia costera de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, donde realizaban trabajos periodísticos sobre el auge de la violencia en la zona.
Poco después, una facción disidente de la exguerrilla de las FARC autodenominada "Frente Oliver Sinisterra" asumió la autoría del secuestro y el 13 de abril el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, confirmó el triple asesinato.
A ese grupo también se le atribuye el secuestro de Katty Velasco Pinargote y Oscar Villacís Gómez, una pareja ecuatoriana que había viajado a Esmeraldas y cuyos parientes asistieron a la homilía en la que se proyectaron fotografías del equipo de prensa en una pantalla.
Publicidad
Ana Velasco, hermana de Katty, señaló que las autoridades no les han dado ninguna respuesta, "absolutamente nada", dijo, sobre el paradero de sus seres queridos.
"A nosotros lo que nos ha movido es el dolor porque ellos también están sufriendo lo mismo que nosotros. Ellos encontraros los cuerpos, pero nosotros no sabemos nada y ya se cumplen tres meses y no hay ninguna clase de noticia", lamentó.
Publicidad