El vehículo cayó a un abismo de 300 metros en los Andes. El siniestro, al parecer provocado por exceso de velocidad, dejó 15 heridos.
El bus rodó por la parte de un estrecho cañón por cuyo fondo transcurre el río Apurímac, a su paso por la remota provincia de Paruro, en la sureña región de Cusco.
El accidente ocurrió el lunes alrededor de las cuatro de la tarde, pero el rescate de las víctimas se demoró casi un día por la compleja ubicación del lugar, que requirió la participación de miembros del Unidad de Montaña de la Policía Nacional.
En el lugar del accidente murieron 21 personas mientras que otras dos perecieron en dos hospitales distintos de la región a los que habían llegado en estado grave.
Los fallecidos fueron trasladados a la morgue central de Cusco, capital de la homónima provincia, para realizar las investigaciones pertinentes.
El bus, de la empresa María Belén, viajaba con casi 40 pasajeros a bordo y cubría la ruta entre Cusco y Santo Tomás cuando se accidentó cerca del municipio de Paccarectambo, al que se llega por una estrecha carretera de pronunciadas curvas que discurre en mitad de profundos precipicios.
Uno de los heridos, Ronald Peñafiel, declaró a la emisora RPP Noticias que "el bus estaba corriendo hasta que chocó contra otro bus grande, por eso se ha caído".
Los mismos sobrevivientes y pobladores de la zona ayudaron a los heridos a salir del abismo y conducirlos a los centros de salud.
Los accidentes de esta magnitud son habituales en las carreteras de Perú, causados en su mayoría por la imprudencia de los conductores, el mal estado de las carreteras y del parque automotor y las condiciones agrestes de la geografía.
Updated: septiembre 26, 2018 09:51 a. m.