Dejaría sin el documento a quienes tengan a su familia en Estados Unidos o a los migrantes que huyen de algún tipo de violencia. Por supuesto hay críticas.
Los políticos demócratas han reaccionado de forma muy crítica contra la reforma del sistema migratorio de Estados Unidos propuesta este jueves por el presidente, Donald Trump, un plan que no ven "serio" y del que aseguran que no tiene oportunidades de implementarse.
Trump pidió hoy cambiar la normativa de asilo para admitir solo las reclamaciones "legítimas", y propuso un sistema de puntos para conceder los permisos de residencia más con base en el "mérito" profesional y menos por los lazos familiares de los inmigrantes.
"La propuesta de inmigración de Trump está muerta desde su llegada", tuiteó el congresista por Arizona Rubén Gallego, presidente del Instituto del Caucus Hispano del Congreso.
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"Muerta", "poco seria", "sin oportunidades", son algunos de los calificativos que los legisladores y otros cargos públicos del Partido Demócrata han dado a la reforma ideada por el mandatario.
"Es realmente una palabra condescendiente. ¿Están diciendo que la familia no tiene mérito?", preguntó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una rueda de prensa.
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El plan pretende aumentar del 12 % actual al 57 % la proporción de inmigrantes que obtienen la residencia permanente debido a su talento, sus estudios o su trabajo, mientras se rebaja del 66 % al 33 % la de quienes logran ese estatus por lazos familiares.
También busca reducir del 22 % actual al 10 % el volumen de personas que obtienen el permiso de residencia permanente, conocido como la "tarjeta verde", por razones humanitarias o de promoción de la diversidad.
"¿Están diciendo que la mayoría de las personas que han venido a EE.UU. en la historia de nuestro país carecen de mérito porque no tienen un título en ingeniería?" cuestionó Pelosi.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, vinculó la idea a Stephen Miller, un firme defensor de las políticas de mano dura en inmigración que es uno de los más estrechos asesores de Trump.
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"Cuando Stephen Miller ... está en la habitación, es un fracaso seguro", pronosticó el senador demócrata en el Capitolio.
Una de sus compañeras, la senadora Catherine Cortez Masto (Nevada) aseguró en Twitter que el plan de inmigración de Trump "no es serio" e insistió en que "ya está muerto".
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"Cualquier acuerdo que no proteja a nuestros soñadores, priorice la unidad familiar y trate a los solicitantes de asilo con dignidad está muerto en su llegada", defendió.
El plan de Trump no da una solución a los indocumentados que llegaron de niños al país, conocidos como "soñadores", acogidos a un programa para evitar ser deportados, ni a los 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en el país clandestinamente.
Por su parte, el aspirante a la candidatura presidenciales del Partido Demócrata Julián Castro denunció que la propuesta es un "sabotaje a los principios de la nación".
"Desde su toma de posesión, Trump y su Administración han vilipendiado continuamente a los inmigrantes con fines políticos", acusó Castro en un comunicado emitido por su equipo de campaña.
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También Eric Garcetti, el alcalde de Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de EE.UU., se unió a la lista de reacciones y repitió la idea de que la reforma "ataca los valores" del país.
"Los Ángeles y Estados Unidos somos más fuertes cuando apoyamos a los soñadores y acogemos a refugiados y solicitantes de asilo, no cuando los alejamos del sueño americano", escribió en su cuenta de Twitter.
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El representante del distrito 34 de esta ciudad, Jimmy Gómez, avanzó que la reforma no será aprobada en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.