Mauricio Barbón cursa una maestría en Chengdu. Según cuenta, si no sigue las estrictas normas de la cuarentena, podría tener graves consecuencias.
“Nosotros todavía continuamos totalmente aislados, la universidad sigue totalmente cerrada. Nadie puede entrar, nadie puede salir”, cuenta este joven bogotano.
Además, relata que diariamente tanto a él como a todos los jóvenes y funcionarios que están encerrados en la Universidad de Chengdu les practican exámenes de salud.
“Nos revisan la temperatura, todos los días fumigan. Nuestros días los pasamos viendo películas, series. Nosotros, que somos músicos, trabajamos en nuestra tesis”, señala.
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Y agrega que si incumplen las reglas de cuarentena pueden perder la beca o incurrir en sanciones legales por parte del gobierno chino.
Reconoce que el ánimo no es el mejor, pero su motivación de ser el mejor violinista del mundo lo mantienen a flote.
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