Denuncian que, además, les están cobrando por el rodamiento de los carros, que están quietos desde que empezó la cuarentena.
El hombre estuvo 24 horas atrapado en su propia empresa, ubicada en el barrio Las Lomas, en el sur de Bogotá, porque los conductores de la empresa Expreso Suroriente exigían el pago de su salario.
Según el directivo, la deuda es de los dueños de los vehículos, que son los que deben cumplir con la obligación salarial.
Los trabajadores están varados desde el 18 de marzo.
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