El expresidente Santos también habló en el tribunal, pero para advertir que sería un error volver a la aspersión aérea.
Para el presidente Iván Duque, se está perdiendo la lucha contra las plantaciones ilícitas, razón por la que defendió la aspersión aérea ante la Corte Constitucional, la cual está encargada de determinar si se reactiva o no esta práctica.
“Mi solicitud es que haya una modulación de la sentencia, una modulación que considere estas graves afectaciones, una modulación que entienda que está expansión de los cultivos realmente hacen daño tremendo al orden constitucional, al orden legal, al medio ambiente, a la seguridad territorial y a la protección de los derechos fundamentales”, dijo el mandatario frente a los magistrados.
También señaló que no está pidiendo cheques en blanco y no minimiza riesgos: “no controvierto la sentencia de la corte, no controvierto ninguno de sus argumentos, a eso no vinimos, esto no es un choque de poderes. Este es un diálogo fraterno y de cooperación armónica que busca reconocer esta evidencia contundente, implacable, amenazante, diciéndoles que estamos haciendo todo lo que esté a nuestra disposición, pero una modulación le daría un fortalecimiento al orden público a la defensa de los derechos fundamentales”.
En su discurso también lanzó puyas a políticas anteriores contra los cultivos ilícitos, aduciendo que “se debilitaron muchas herramientas de cooperación interinstitucional”.
Duque reconoció que en muchos casos los campesinos se ven obligados a participar en estos cultivos, pero que detrás de ellos hay una industria criminal.
Tres horas después de esta intervención, el expresidente Juan Manuel Santos tomó la palabra y, además de pedir que no se tuviera en cuenta de nuevo la aspersión aérea del glifosato, criticó que el gobierno Duque haya implementado el decomiso de la dosis mínima. Señaló que los países consumidores también son culpables.
“Sería un error retomar la aspersión con glifosato, no solo por las razones de riesgo para la salud y el medio ambiente ya conocidas por esta corte, sino porque es una estrategia que ya demostró su ineficiencia e ineficacia y porque éticamente hablando no es la solución que debe ofrecerse a un país ahora sin conflicto con las FARC", dijo Santos.
Aunque ministerios de Salud y de Ambiente señalaron que no hay una certificación científica de daños que cause el glifosato en el agua o en el medio ambiente, un líder comunal de Nóvita, Chocó, le dijo al presidente y a la corte que ellos sí han padecido consecuencias. “Las comunidades sintieron afectaciones en sus pieles, en la salud, tenemos registro”, manifestó Víctor Luna.
La Corte Constitucional escuchó también a los gobernadores, entre quienes hubo posiciones encontradas.
Para Luis Pérez Gutiérrez, gobernador de Antioquia, “las herramientas de erradicación manual parecen de la época de Olafo”. Por su parte, Camilo Romero, gobernador de Nariño, considera que la aspersión aérea “les va a funcionar en el escritorio”.
Por su parte, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, salió en defensa del herbicida. Dijo que una dependencia de la Organización Mundial de la Salud, aunque lo categorizó como probablemente cancerígeno, lo clasificó en una categoría 2A, en la cual se encuentran “las carnes rojas, están los espráis para el cabello, están los esteroides, está el aceite de uso de cocina respecto de los cuales productos de la canasta familiar nadie ha hecho -por razones de dogma e ideológicas- uso del principio de precaución”.
Hasta Iglesia católica se pronunció. Desde Expocatólica, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Óscar Urbina, advirtió que el uso del herbicida solo traería daño a la gente en pueblos lejanos en Colombia que luchan contra la pobreza día a día.
Updated: marzo 07, 2019 03:26 p. m.