Rodolfo Hernández cuestionó que no le avisara personalmente la designación de un alcalde encargado, tras confirmarse su suspensión de tres meses.
El Consejo de Estado negó una tutela, interpuesta por Hernández, que buscaba dejar sin piso la decisión de la Procuraduría.
Hernández había recibido la sanción por agredir al concejal Jhon Claro cuando sostenían una reunión.
Aunque la Gobernación de Santander ya designó a otro alcalde encargado, Hernández dice que no se va: “Me parece asqueroso que el gobernador se meta con esos conceptos y manda, porque no tiene los calzones de decirme a mí, al secretario jurídico”.
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El alcalde de Bucaramanga sostiene que la suspensión impuesta el pasado 30 de noviembre caducó.
Sin embargo, para la Gobernación de Santander Manuel Francisco Azuero es el actual mandatario (e) de Bucaramanga.
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Por su parte, expertos en derecho administrativo y constitucional afirman que, si Hernández insiste en mantenerse en el cargo, podría incurrir en un delito.
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