Los presidentes de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Paraguay y Guyana se reunieron en Santiago.
Con el telón de fondo de la crisis de Venezuela, los mandatarios dieron este viernes el tiro de gracia a Unasur y anunciaron el nacimiento de una nueva iniciativa regional, al gusto de los gobiernos conservadores imperantes en la región.
Convocados por los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y de Colombia, Iván Duque, los siete mandatarios sellaron en Santiago el fin del bloque regional creado en Brasil en mayo de 2008, cuando la izquierda estaba en su apogeo en la región.
Piñera dijo en la apertura del encuentro que la nueva organización, llamada inicialmente Prosur, pretende ser un "foro de diálogo, de encuentro, de colaboración, de cooperación que busque la integración de la región" y sobre todo, un "polo de la democracia, para la libertad y respeto de los derechos humanos".
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"Eso no es ideología, son valores, principios", dijo ante los críticos que lo han tildado de ideologizar las relaciones exteriores, sobre todo por la exclusión del nuevo foro de Venezuela, cuya situación política -y el rechazo al gobierno de Nicolás Maduro- une a todos los miembros de esta naciente agrupación.
En la antesala, Duque reveló que conversó con Piñera y otros mandatarios sobre la posibilidad de darle asilo a militares desertores del gobierno de Maduro, con la idea de que se genere "un efecto dominó" para que gran parte de las tropas deje de apoyar al gobernante venezolano.
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"Es un tema que lo hemos venido conversando con varios países después de los hechos del 23 de febrero", dijo Duque en una entrevista con Canal 13, en referencia al fallido intento de varios mandatarios, entre ellos Piñera, de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela a través de la ciudad de Cúcuta.
"El mensaje más fuerte, es invitarlos (a los militares) a que esa movida que están haciendo en favor de la democracia la hagan en territorio venezolano, y permita generar un 'efecto dominó', donde tengamos un movimiento masivo de las tropas que ya no reconozcan a Maduro", agregó el mandatario colombiano.
Según Duque, hasta ahora su país ha recibido a unos 1.200 militares venezolanos desertores.
Posible retiro masivo
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Se espera que Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Paraguay confirmen durante este viernes su retiro definitivo de Unasur, del que habían suspendido su participación en 2018.
La renuncia se sumaría al retiro que la semana pasada anunció el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, junto a su decisión de pedir la devolución del edificio que alberga la secretaría general, financiada y donada por Quito durante el gobierno del expresidente izquierdista Rafael Correa (2007-2017).
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De esta forma, Unasur, que en principio estaba integrado por 12 naciones, quedaría reducido a un grupo de cinco países: Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.
"Estamos listos para iniciar una nueva etapa en la integración de América del Sur", dijo la tarde del jueves el canciller chileno, Roberto Ampuero.
Según él, la integración que propone Prosur "es una integración pragmática" y "sin ningún tipo de marginación".
Sin embargo, Venezuela no fue convocado a Santiago.
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Uruguay, que envió a la cita a su vicecanciller, se opone a la creación de este nuevo grupo, mientras que Bolivia sigue defendiendo la existencia de la Unasur.
"Si en la generación de Unasur el error que se cometió fue que tuviera una determinada ideología política, generar otro proceso de integración también con una finalidad ideológica política es cometer el mismo error anterior", afirmó el mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez.
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Protestas
A la cita de este viernes, en el palacio Presidencial de La Moneda, asisten el mandatario de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, junto al presidente de Argentina, Mauricio Madri; de Perú, Martín Vizcarra; de Paraguay, Mario Abdo; de Ecuador, Lenín Moreno, y de Colombia, además del anfitrión, Piñera.
Grupos de izquierda y organizaciones de defensa de los derechos homosexuales convocaron protestas para la tarde de este viernes en Santiago, en contra de esta "cumbre de mandatarios derechistas" y de la presencia en Chile de Bolsonaro, que el sábado concretará una visita oficial al país. Los presidentes de la Cámara y del Senado se han negado a participar en el almuerzo oficial.