Ikram Gacem, una joven de 18 años, empezó a bostezar demasiado durante las mañanas, a tal punto que terminaba exhausta.

Según detalla Manchester Evening News, estaba cursando su primer año universitario. Para aquel entonces, 2020, sentía demasiado cansancio y dormía pocas horas.

“Me despertaba por la mañana, bostezaba todo el camino hasta la universidad. Tan pronto como llegaba a casa, me iba a dormir y luego me despertaba tal vez, como a las ocho, nueve, y tenía mucho trabajo que hacer”,

expuso la joven.

Se encontraba en medio de los exámenes finales, así que sentía demasiado estrés y cada vez más cansancio, lo cual la hacía bostezar frecuentemente.

Acudió al médico y el experto le diagnosticó anemia. Le recalcó que sus glóbulos blancos estaban muy bajos.

Empezó un tratamiento con tabletas de hierro, pero no funcionó. Pasó el tiempo y notó un bulto en la clavícula derecha.

Esperaba que se tratara de un quiste, pero le indicaron que padecía linfoma de Hodgkin, un cáncer que se desarrolla en el sistema linfático.

“Empecé a llorar de inmediato, me derrumbé”

Tuvo que recibir la noticia sola, pues, ante la contingencia sanitaria por COVID-19, su madre debió quedarse fuera del centro médico.

Gracias a que recibió ayuda oportuna, los doctores empezaron pronto un tratamiento. Desde aquel entonces, insta a jóvenes a realizarse chequeos periódicos cuando no se sientan bien.

Actualmente, está a punto de cumplir tres años libre de cáncer y cursa su tercer año en la facultad de Leyes.

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