Marina Ukhalova creyó padecer una fuerte migraña y náuseas, pero la verdad es que estos eran síntoma de que estaba a punto de sufrir un derrame cerebral.
Durante una mañana, la mujer de 32 años que vive en Londres, Inglaterra, despertó con un severo dolor de cabeza, tanto así que de un momento a otro sintió como si un “cuchillo le atravesara el cerebro”.
Intentó levantarse rápidamente de la cama, pero solo logró avanzar unos cuantos pasos. Se desplomó en el suelo y se desmayó.
Al recobrar la conciencia, Marina intentó levantarse, pero le fue imposible. El mover cualquier extremidad le dolía a tal medida que volvía a desmayarse.
Gracias a que solía hablar con su hermana todos los días y no habían charlado, la familiar de Marina le pidió a una amiga que fuera a revisar si la mujer de 32 años se encontraba bien.
“Recuerdo haber escuchado voces afuera de la puerta de mi casa y sentí una gran sensación de alivio al saber que estaba cerca de recibir ayuda”, contó Marina al medio The Sun.
Debido a que no podía gritar ni hablar, empezó a gemir lo más fuerte que pudo para indicarle a su amiga dónde estaba.
Al “cerciorarse” de que Marina no estaba en la casa, llamó a la Policía para que derribaran la puerta. Fue hasta ese momento cuando la mujer fue encontrada y auxiliada.
La trasladaron a un centro médico y allí le informaron que había sufrido un derrame cerebral hemorrágico luego de que se le estalló un vaso sanguíneo.
Empezó a tomar terapias para intentar recobrar el movimiento de su cuerpo, pues el lado derecho había quedado paralizado. Además, quedó con un trastorno de la comunicación.
A pesar de que le ha causado frustración no desempeñar sus tareas habituales como esteticista, dijo que ha "aprendido a ser paciente" y quiere "volver esta horrible experiencia en algo positivo que ayude a los demás”.
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