En lugar del peso, se afecta sobre todo la estatura y uno de los órganos que más sufre es el cerebro, lo que trae consecuencias a corto y largo plazo.
Esta condición inicia desde los primeros meses de vida y no solo se da por falta de alimentos.
“La falta de acceso a agua potable, falta de accesos a sistemas de saneamiento básico, falta de acceso a sistemas de salud y el nivel educativo de las madres”, son algunas de las causas, explica Paula Escobar, directora de la fundación Éxito.
Los primeros 1.000 días de vida, contando desde el embarazo, son decisivos para la formación de órganos como el cerebro, de ahí que esa etapa marque un momento clave de intervención.
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En Colombia, uno de cada 10 niños menores de 5 años tiene desnutrición crónica, aunque en algunas regiones el problema es más grave.
La buena nutrición empieza desde antes del embarazo con los hábitos de la madre, continúa en el útero y sigue con la leche materna. Se recomienda alimentación complementaria después de los 6 meses de edad.
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