Que esto sirva de llamado para buscar soluciones con profesionales y no a través de una pantalla, donde muchos inventan por ganar seguidores.
Un estudio de la universidad de Glasgow, Escocia, hizo la revelación en el congreso europeo de obesidad.
Se tomaron el trabajo de analizar los perfiles de los influenciadores más famosos del Reino Unido que promueven una vida aparentemente saludable y se dieron cuenta de que la gran mayoría no se basa en la evidencia científica. Tampoco tienen formación académica, por ejemplo, en nutrición o entrenamiento físico; no son imparciales ni trasparentes, por lo tanto, cometen graves errores en sus recomendaciones.
La recomendación es no hacer caso ni tomar decisiones basados en lo que publican estas figuras, pues los expertos consideran que seguir estos consejos es potencialmente dañino para la salud de los seguidores.
Publicidad
La mayoría de los que predican recomendaciones de salud en las redes sociales no se pueden considerar fuentes fiables especialmente si se habla de pérdida de peso ya que dan sus opiniones como si fueran hechos.