No se ponga metas imposibles, pero sí procure hacer seguimiento de esos pequeños cambios para tener un mejor estado físico.
Primero, haga una lista de todo lo que quisiera hacer para mejorar su salud. Incluya objetivos sencillos como ingerir más frutas o disminuir el consumo de sal o de azúcar.
De todo ese listado, escoja solo un propósito, el que considere más importante o alcanzable, en el que pueda trabajar para lograr un impacto positivo en su salud.
Una vez lo tenga claro, lo segundo es planear. Es decir, ponga fechas exactas para ir evaluando. Por ejemplo, si su propósito es hacer más ejercicio, defina con claridad cuántos días a la semana lo hará y cuánto tiempo dedicará en cada sesión. Mientras más puntual sea, más fácil será hacer un seguimiento.
Finalmente, asesórese. Metas como el cambio de alimentación o la actividad física requieren orientación profesional o incluso acompañamiento de una persona cercana, ellos le ayudarán a no desfallecer en el camino.
La idea es que esté tranquilo, motivado y que ese propósito no le traiga frustración. Entienda que se requiere disciplina y paciencia para alcanzarlo.
Updated: diciembre 27, 2018 01:57 p. m.