Para ella no hay cuarentena ni aislamiento, solo el llamado de la central de emergencias, en las que ha visto una luz en medio de tanta oscuridad.
Esta es la historia de Maria Fernanda Serna o Mafe, como le dicen con cariño las personas que conocen la bella labor de esta mujer que ha tenido la oportunidad de recibir la vida con sus manos en medio de la emergencia por el COVID-19.
En medio del temor por la propagación del coronavirus, esta mujer de 23 años, miembro del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali y paramédica de profesión, arriesga su vida por los demás.
“Lo que más me gusta de mi profesión es que puedo ayudar a la gente que en el momento dado no tienen quien más pueda auxiliarla”, dijo Maria Fernanda Serna.
Para ella no hay cuarentena ni aislamiento, solo el llamado de la central de emergencias, en las que ha visto una luz en medio de tanta oscuridad.
Durante esta pandemia, María Fernanda ha visto llegar al mundo a dos ángeles, la más reciente llamada Ángela Luciana, quien nació en una ambulancia y que fue recibida por la bombera.
“La atención del parto fue muy emocionante. Era la primera vez que atendía un parto en ambulancia, fue una experiencia única: ver la cara de alegría de la mamita cuando nace la bebé y se la pongo en el pecho, es una sensación de satisfacción”, anotó la paramédica.
La madre de esta bebita agradece inmensamente la labor de estos profesionales.
“Es una experiencia única, realmente algo que contar para cuando ella esté más grande. Llegar a este mundo en una ambulancia es algo que no le pasa a todo el mundo, es un milagro de Dios, él siempre nos guardo y nos acompañó”, manifestó la madre de Luciana.
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