Emi Romero, una mujer embarazada que comparte contenido fitness, aprovechó el poder de las redes sociales para denunciar que fue expulsada del gimnasio al que asistía porque, supuestamente, “vestía inadecuadamente”.
“La esposa del dueño me mira fijamente todo el tiempo que hago ejercicio. Y el dueño se acerca a la mitad de mi entrenamiento y dice: ‘Escucha, mi esposa tiene problemas con lo que estás usando en este momento. No permitimos sujetadores deportivos”, comentó.
Ella le refutó y le explicó que no llevaba un top, sino una camiseta sin mangas. Él le respondió que “era difícil distinguir” los dos tipos de prendas.
Emi observó a su alrededor y se percató de que habían mujeres que utilizaban blusas más ajustadas y que en la pared habían afiches de competidoras en “bikinis diminutos”.
“Estaba tratando de ser respetuosa, pero sinceramente fue bastante ofensivo. Fue la cosa más loca”, recalcó la mujer.
Mostró cuál fue el top “de la discordia” y explicó que este se le subía en el abdomen debido a que tiene 5 meses de embarazo.
Después, el dueño del gimnasio le dijo que ese sitio “no sería un lugar adecuado para tener una membresía”, a lo que Emi estuvo de acuerdo.
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