Jason Shoultz, de Indiana, Estados Unidos, utiliza sus redes sociales para mostrarle a sus seguidores su diario vivir con el piercing nasallang más grande del mundo, por el cual, le cabe hasta su propio dedo.
Un piercing nasallang atraviesa las fosas nasales y el tabique. El de Jason tiene un diámetro de 2,15 cm.
Al estadounidense, quien es vicepresidente de una empresa de accesorios para autos, le ha tomado 15 años ampliar su piercing.
“Me di cuenta de que mis piercings eran más grandes que los de cualquier otra persona que conocía. Inspirándome en los modificadores corporales que me precedieron, simplemente empujé el combo particular más allá para ver hasta dónde podía llegar", comentó.
Esta no es la única modificación corporal de Jason, pues también una lengua partida, un labret estirado, un implante subdérmico en la mano en forma de corazón, escarificación y múltiples tatuajes.
Siempre se roba la atención a todos los lugares que va, aunque generalmente recibe reacciones "bastante positivas".
"La cantidad de trabajo que me llevó llegar a este punto me recuerda que puedo lograr mucho con un poco de paciencia", explicó Jason, quien siempre está abierto a ser fotografiado.
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