Molly, una urraca australiana que había sido alejada de sus cuidadores humanos por petición de algunas personas de internet, volvió a reencontrarse con su familia. Peggy, su hermana perruna, la recibió con emoción en casa.

De acuerdo con la BBC, la urraca fue rescatada por Juliette Wells y Reece Mortensen en 2020, cuando era un polluelo. Desde ese momento vivió con la pareja y dos perros de raza staffordshire terrier.

La urraca y uno de los perros empezaron a crear un vínculo particular, por lo cual la pareja les creó una cuenta de Instagram, en el cual han logrado conseguir más de 800.000 seguidores.

Sin embargo, algunos de los seguidores comenzaron a cuestionar la tenencia doméstica de la urraca, por lo cual las autoridades ambientales la sacaron de su hogar, alegando que esta había sido extraída ilegalmente de su hábitat sin permiso ni licencia.

"Nos preguntamos por qué una urraca salvaje no puede decidir por sí misma, dónde quiere vivir y con quién quiere pasar su tiempo", comentó la pareja al entregar a la urraca.

Los expertos en vida animal aseguraron que la urraca estaba altamente habituada a su hogar, por lo cual era casi imposible que pudiera regresar a la naturaleza.

Más de 150.000 personas firmaron una petición para que la urraca volviera a casa. Tras 6 semanas, la pareja logró obtener un permiso para recuperar su tenencia, con algunas condiciones.

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