La del 25 de septiembre de 2017 fue la última mañana "normal" de Jennifer Flewellen, quien para ese entonces tenía 35 años y era madre de tres niños pequeños.
Luego de dejarlos en el colegio, en la ciudad de Niles, EE. UU., chocó contra un poste de electricidad. Según las autoridades, no hubo exceso de velocidad ni bebidas alcohólicas de por medio.
Pasaron 5 años para que la familia de Jennifer volviera a escucharla reír, pues estuvo media década en coma debido al accidente.
Según el medio People, la madre de Jennifer, Peggy, asistió casi todos los días al hospital para velar por su hija, pues no perdía la esperanza de que la mujer despertara.
Y como si fuera un milagro, Jennifer despertó riéndose gracias a un chiste que le contó su mamá. “Al principio me asusté porque se estaba riendo y nunca había hecho eso”, contó Peggy.
“Esa puerta que estaba cerrada, que nos separaba, acababa de abrirse. Estábamos de regreso”, contó la mujer de 60 años.
Aunque ya estaba despierta, Jennifer aún no podía hablar, pero sí podía asentir. Con el paso de los meses tomó más fuerza.
Para Jennifer fue toda una sorpresa saber que sus hijos ya no eran esos pequeños que dejó en el colegio, pues ahora tenían 17, 19 y 21 años.
“Cuando descubrió nuestras edades y cosas así, se le rompió el corazón y empezó a llorar”, comentó su hijo menor, Julian.
Jennifer se encuentra recuperándose satisfactoriamente. Aunque no ha sido un proceso fácil, dice estar lista para conquistar el mundo.
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