Un equipo de médicos quedó sorprendido al ver que un niño de 7 años expulsó de manera natural un lápiz de 10 centímetros que se había tragado mientras jugaba.
En un artículo para la revista Radiology Case Reports un equipo de investigadores contó los detalles del caso, donde destacan que la ingesta de cuerpos extraños es común en los niños.
El niño llegó a urgencias pediátricas porque horas antes se había tragado un lápiz, sin embargo, no presentaba molesta, ni vómitos o dolor abdominal. Así mismo, estaba entrando al baño como lo hacía con regularidad.
"En el examen, el niño estaba activo y juguetón con signos vitales bastante estables. Las radiografías inmediatas del cuello, el tórax y el abdomen revelaron un lápiz largo en el estómago. No se observaron evidencias de complicaciones y se estimó que la longitud del lápiz era de aproximadamente 10 centímetros".
Al identificar que no había signos de peligro de posible obstrucción, perforación o peritonitis en la monitorización continua, se le permitió al pequeño comer bananos y mucha agua.
"Antes de programar la siguiente radiografía, la madre se quejó de que el niño pasaba el lápiz como un solo trozo largo y algunos trozos pequeños en las heces, lo que se confirmó mediante visualización directa. Inmediatamente se realizó radiografía de confirmación, que no reveló ninguna de sus partes en el tracto gastrointestinal".
Para los médicos fue sorprendente pues, aunque muchos de los cuerpos extraños desaparecen involuntariamente, un elemento del tamaño de un lápiz debería haber causado molestias en el paciente.
El niño estuvo 2 días internado y cuando fue dado de alta " se encontraba activo, vivaz y hemodinámicamente estable".
Haga clic aquí: