El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, se mostró confiado este sábado tras clasificarse para la final del torneo de Belgrado, que disputará contra el ruso Andrey Rublev, y aseguró que está "en buen camino para volver a estar en plena forma".
"Me siento cada vez más seguro, más confiado, siempre puede ser mejor, pero estoy en el buen camino", declaró Djokovic, que antes del torneo que se celebra en su ciudad natal solo había jugado cuatro partidos este año.
En Belgrado ha jugado otros tres y en todos perdió el primer set, pero remontó y cada día exhibió más firmeza en su juego.
"Teniendo en cuenta que había jugado poco este año, es bueno que he tenido que disputar estos partidos en tres sets", dijo Djokovic.
Señaló que el duelo contra Rublev, número ocho del mundo, "será el más difícil".
Previamente ganó al ruso Karen Khachanov (26) y a los serbios Laslo Djere (50) y Miomir Kecmanovic (38).
Djokovic admitió también que "la magnífica energía que emitían los espectadores" con su apoyo "fue crucial" para dar un impulso a su juego.
Contra Rublev jugó hasta ahora sólo un partido, en el Masters de Turín en noviembre del año pasado, y ganó en dos sets, pero fue en superficie diferente (en Belgrado se juega en tierra batida).
"Es uno de los tenistas más exitosos del mundo en los últimos años. Su derecha es potente, es un jugador que busca dictar el ritmo y controlar la evolución del partido", señaló, pero aseguró que sabe "qué hacer" y cómo enfrentarse a ese rival.
"Espero que comenzaré mejor que estos días y luego que gane quien sea mejor", indicó el serbio.
Recalcó que en las finales de los torneos lo más importante es "mantener la concentración y la calma, y jugar sin oscilaciones, porque los mejores tenistas sienten de inmediato la caída para usarlo en su favor".