Tadej Pogacar, ciclista esloveno.
/AFP

Así fue el impresionante ataque de Tadej Pogacar, para ganar la Amstel Gold Race 2023

En la subida definitiva al Kautenberg, Tadej Pogacar se encargó de marcharse en solitario para quedarse con el título de la Amstel Gold Race. Impresionante ritmo del esloveno.

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Tadej Pogacar apareció cuando las cotas ya iban a aparecer salpicadas sin tregua hasta meta. El esloveno aplicó la "ley del latigazo" desde lejos. El gran favorito seleccionó, golpeó y cabalgó en solitario a lomos de su bicicleta.

Pura confianza del ganador del Tour de Flandes. A 80 de meta el doble ganador del Tour tensó el ritmo en el Cauberg para reducir la lista de aspirantes a 11 hombres, entre ellos uno muy peligroso, el británico Tom Pidcock, desaconsejable compañero de aventura.

Además se metieron el la 'pomada' Sheffield, Vermeersch, Ben Healy, Van Tricht, van den Berg, Geniets, Zingle, Lutsenko y Kron, un grupo solvente como para evitar que enlazara el pelotón perseguidor, que se mantuvo mucho tiempo a menos de 30 segundos.

Pogacar luchó contra los elementos en aquella zona otrora bélica. Tuvo una rueda averiada durante algunos km, pero el esloveno cambió de bici y asunto arreglado. Se puso a lo suyo, o sea, a aplicar la ley del latigazo. Primero atacó en el Cauberg, a 36 km de meta, llevándose a rueda a Pidcock y a Healey. Ya no eran 11, quedaron 3.

Como queriendo dejar claro quién llevaba los galones, Pogacar metió la directa en el Kautenberg, a 29 km del objetivo. Golpe decisivo. El esloveno dejó seco a Pidcock, impotente para seguir la rueda del enemigo, condenado a perseguir, poco después en compañía de Healey, viendo cómo la brecha iba en aumento, y todavía con un buen trecho hasta meta.

Pidcock, tocado y hundido, dejó solo en la persecución al irlandés Ben Healey, joven rebelde de 22 años, que mantuvo el tipo con Pogacar a 20-25 segundos, sin perder la fe en una improbable sorpresa. La carrera estaba resuelta para el actual rey del ciclismo, quien abrió hueco y fue capaz de mantenerlo con un ritmo suficiente como para degustar el trago más dulce en la carrera cervecera.

Otro golpe encima de la mesa de Pogacar y un aviso a una semana de la Lieja-Bastoña-Lieja, donde volverá a coincidir con sus enemigos íntimos, Van der Poel y Van Aert. Será otra historia, pero la forma y el poderío del esloveno asusta al más valiente. La "Decana" será el no va más.

Pogacar sucedió en el palmarés al polaco Michal Kwiatkowski, ganador en 2022.

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