El martes, en las horas de la noche, la Selección Colombia femenina Sub-17 llegó a Bogotá, después de hacer historia en el Mundial de la India. Linda Caicedo y Carlos Paniagua, que se encargaron de liderar a la 'tricolor' a una inédita final de un certamen orbital, hablaron de la importancia de las familias y del apoyo que necesita el fútbol femenino, para seguir brillando a nivel internacional.
Caicedo, que consiguió la bota de bronce y fue elegida como la segunda mejor jugadora del Mundial, todavía no abandona el papel de capitana y se encargó de ser la vocera del combinado nacional en su llegada a la capital de nuestro país.
Paniagua demostró ser un entrenador de categoría, que logró unir y apadrinar a un grupo inolvidable de futbolistas. El timonel antioqueño también le habló al público y le mandó un mensaje de agradecimiento a las familias de sus dirigidas.
"Acá no están mi señora, ni mi hijo que estaban en la India y apenas están en camino para Colombia; pero traje a mis hermanos. Todo este grupo estaba lejos de la familia desde hace un mes. Ahora la tecnología nos acerca un poco, pero no es lo mismo ese calor humano. Gracias a Dios nos dan ese premio de tener las familias acá, porque quiero abrazar a cada uno de los familiares de estas berracas, de estas valientes, que dejaron el nombre de Colombia muy en alto. Gracias a todos los padres de familia, que son los que han hecho el esfuerzo para que estas muchachas representen bien al país", empezó diciendo Paniagua.
"Hemos construido una gran familia. De verdad que los padres de familia de ellas están acá, pues los reemplazantes somos nosotros. Yo soy como un papá, Viviana Cardona, la preparadora física, es como una mamá. Nos van a hacer mucha falta, pero lo bonito es que es un proceso de ellas y lo más seguro es que nos vamos a seguir reuniendo, nos vamos a seguir encontrando, porque hay que seguir trabajando", concluyó.