El colombiano sufrió un pinchazo, mientras que el británico tuvo una caída. Ambos cedieron tiempo en la línea de meta tras la primera etapa.
Algunos de los aspirantes a conquistar el maillot amarillo en París, como Chris Froome (Sky), Nairo Quintana (Movistar), Richie Porte (BMC), Adam Yates (Mitchelton Scott) y Egan Bernal (Sky), se han visto inmersos en un caos que, además de los daños psicológicos, también les ha dejado un lastre para el futuro de entorno a un minuto.
El Tour no lo han perdido, pero es evidente que esta situación no entraba en sus planes y ahora deberán empezar a plantearse como recuperar.
Por delante entraban el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida), siempre atento a sacar el máximo provecho cuando la carrera alcanza su máximo nivel de complejidad, junto a los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa, el holandés Tom Dumoulin (Sunweb), el francés Romain Bardet (AG2R) o el colombiano Rigoberto Urán (Education First), entre otros, arañaban unos segundos que el futuro dirá el peso específico que pueden tener en la resolución final de la carrera.
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A los damnificados les tocará restañar las heridas físicas y morales sufridas en un contratiempo inesperado, en una jornada que se había desarrollado con la lógica tensión del primer día y que parecía dirigirse a ser solventada sin excesivos problemas.
La multitudinaria caída a diez kilómetros del final, o el bordillo que obligó a Nairo Quintana a cambiar de bicicleta cuando la zona de protección para averías o caídas se entreveía en lontananza, se encargaron de demostrar que "el Tour siempre se cobra su factura".
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Nairo Quintana y Egan Bernal perdieron 1'15", mientras que Chris Froome cedió 51".