Natalia Linares: "Caterine Ibarguen dejó gran huella, pero yo quiero hacer mi propio camino"

En los Juegos Panamericanos Santiago 2023, la atleta colombiana Natalia Linares hizo historia al ganar la medalla de oro en el salto largo y así sellar un ciclo olímpico perfecto, tras también haberse quedado con la presea dorada en los Bolivarianos, Centroamericanos y Suramericanos.

Con apenas 20 años, la nacida en Valledupar brilló en Santiago de Chile luego de lograr una marca de 6,66 metros y fue así cómo se subió a lo más alto del podio. Por eso, en Caracol Sports hablamos con Natalia Linares, la 'joya' que es futuro y presente del salto largo y el atletismo colombiano.

¿Qué se siente ganar oro en su primera participación en unos Juegos Panamericanos?
“En el momento de la competencia, da mucha emoción, mucha felicidad, cuesta un poco creerlo en el momento. Ya con el pasar de los días, de hecho, un compañero me preguntó, 'ahora que eres la campeona Panamericana, ¿qué sientes?' Respondí 'estoy normal'. El momento de felicidad, de emoción, de saber que lo logré, de que todo lo que entrené se vio reflejado en la competencia, fue solamente en el salto. Después las entrevistas te dan un plus, te hacen asimilar, te hacen saber que sucedió. El día siguiente me desperté con otra tónica, soy campeona Panamericana, ya lo fui, ya tengo que ir por otro objetivo. Así es siempre cada vez que voy a una competencia".

¿Cómo se trabaja para hacer un ciclo olímpico perfecto?
“No fue fácil, inclusive en este ciclo olímpico me encontraba muchas veces a mi contrincante, que era la brasilera medallista de bronce en el mundial de Oregón. Era muy emocionante porque me impulsaba un poco más a seguir entrenando, a subirme en ese podio, a decir soy campeona Centroamericana, Bolivariana, ahora Panamericana y pude lograr esto y alcanzar a llegar más arriba de la medallista de bronce. Pienso en ¿qué pasar en mi vida? ¿cuál es el futuro que me espera? En ese sentido es muy chévere competir con contrincantes como ella, de gran nivel”.

Un momento de inflexión en esta temporada
“En los Panamericanos los dos primeros saltos no los terminé, el segundo fue falta entonces me tocó ponerme las pilas, a recordarme que estamos aquí, hicimos el trabajo no podemos dejar perder el trabajo, tenemos que hacer esa marca, tenemos que hacer ese oro, tenemos que subirnos a ese podio. Me pasó un poco más en el mundial de mayores, no pasé a la final me dio muy duro de verdad, tanto que duré una semana como en depresión en el cuarto del hotel. Ahí no fui yo la que me impulsé sino mi entrenador. Él fue el que me tocó la puerta y me dijo, 'ya pasó, ya vienen Juego Panamericanos, necesito que, de una vez me digas si vas a hacer la campeona panamericana'. Entonces conecté mi corazón con mi mente, y, pensé en que ya pasó, hay que pararnos de nuevo, nos caímos, vamos a levantarnos y vamos a seguir”.

El ’ritual’ antes de saltar
“En estos Juegos Panamericanos, el primer salto es complejo. Siempre que voy a hacer el primer salto como que estoy más nerviosa, es cuando más ansiedad se tiene porque es el inicio de la competencia. En el tercer salto, en el que logré la marca 6,66 metros. Dije nos estamos jugando una marca y no la puedo dejar perder, tengo que subirme en ese podio. A partir de ahí, hay que correr, el resto ya sale sólo, yo lo entrenó, lo sé hacer. Uno solamente piensa en correr pisar la tabla. Cuando la piso se me olvida todo, mi mundo se va en blanco, no sé qué hago en el aire, solamente cuando veo las fotos veo que arrugó la cara, las muecas, pero ya cuando hay una parte del salto, cuando uno hace un pequeño sostenido, ya digo, ‘aquí se fue el salto’. En este caso me paré y vi el tablero del metraje, dije ‘aquí estamos arriba de los 6,60 m. Mi ritual más seguido es tomar dos bocanadas de aire, soltarla, eso me ha ayudado, lo hemos practicado junto con mi psicólogo de conectar la mente con el corazón, entonces cuando eso se conecta salen mucho más fluido los saltos”.

Las expectativas para París 2024
“Muy nerviosa, pero ya manejando la tensión, tuve la fortuna de participar en el mundial, de estar con casi las mismas saltadoras que van a estar en los Juegos Olímpicos, esa experiencia que tuve me va a ayudar a enfrentar la competencia en los Olímpicos. Sé que es un ambiente masivo, donde todos los deportistas vamos a estar respirando el mismo ambiente y queriendo la medalla de oro. El otro año mi preparación va a ser muy dura, pero me la voy a gozar muchísimo porque yo sé que va a ser por la medalla, entonces me da mucha felicidad porque son mis primeros Juegos Olímpicos y es el sueño de todos los atletas. Además, va a ser en París, la Torre Eiffel, el Museo du Louvre, también pienso en eso, me disfruto mi competencia, pero también voy a disfrutar de estar en la ciudad”.

Muchos las comparan con Caterine Ibarguen, ¿la ve como una referente?
“Yo tuve la oportunidad de estar tres meses con Caterine entrenando en Puerto Rico en el 2018, una experiencia muy agradable que me llevó a soñar un poco más, a trabajar un poco más, me di cuenta de cómo Caterine entrenaba día a día de, cómo se levantaba por ir por ese sueño olímpico. Lamentablemente me tuve que regresar, pues ya iniciaba su ciclo de Liga de Diamante y no me podía quedar sola en ese país. Sí la tengo como referente de sus logros, ella abrió el camino ella a muchas atletas como yo para seguir no sus pasos sino para seguir el camino del olimpismo. Recuerdo que ella me dijo ‘mucha gente te va a comparar conmigo, pero tienes que crear tu propia marca, tienes que hacer tu propio camino, tienes que ser Natalia Linares, no Caterine'. Eso me ha quedado muy marcado, cada vez que me dicen ‘estás alcanzando a Caterine, ya le has roto los récords’, yo digo, ‘no, ella dejó una huella imborrable y yo estoy dejando una huella sobre su huella que también va a ser imborrable”.

¿Sigues en contacto con Caterine Ibarguen?
"Hablamos, pero no tan seguido por ‘Instagram’, unas que otras palabritas de felicitaciones, bendiciones, cuando ella repostea algo muy lindo. En los Juegos Panamericanos Junior tuve la suerte de que ella estuvo acompañándome en mi competencia, me apoyó muchísimo. De hecho, iba quinta y en el último salto subí a la segunda casilla. Ella hizo muchísima barra, fue un momento muy agradable con ella”.