Ese nuevo impuesto, del que intentaron quedar excluidos los clubes de fútbol profesional, formará parte de los presupuestos generales franceses para 2014.
Implica que las empresas que paguen salarios superiores a un millón de euros, con el límite del 5 por ciento de la facturación de las compañías, deberán pagar un 75 % en concepto de impuestos a partir de 2015.
Solo el París Saint-Germain, donde juegan estrellas como Zlatan Ibrahimovic, Edinson Cavani o Thiago Silva, debería pagar unos 20 millones de euros.
Antes de que los diputados aprobaran el texto, los clubes llegaron a amenazar con convocar una huelga como protesta, que hubiera sido la primera desde 1972, aunque finalmente desistieron.