Pasadas las 6 de la tarde, una hora y media antes de que se disputara el Quindío vs. Nacional de la fecha 5 de la Liga Postobón, la cancha del Centenario de Armenia en la que se iba a jugar el partido estaba llena de hinchas que se movían afanosamente para cambiarse de tribuna unos, para agredir a los rivales los otros, para enfrentarse con otros seguidores de su propio club algunos.
Lo increíble no es que finalmente el partido se disputara, lo absurdo es que las dos hinchadas habían protagonizado disturbios desde la mañana. Para la hora en que empezó el encuentro ya había seis heridos reportados por las autoridades municipales, uno de ellos un uniformado. La Policía del Quindío, incapaz de controlar los incidentes en los alrededores del estadio, tuvo que ser reforzada por soldados del Ejército.
Sin embargo, a pesar de todo esto, el partido se disputó. El comisario de campo de Armenia, Arley Ríos, habló con los medios y dijo que el coronel Ángel Hugo Rojas, comandante de la Policía Departamental, se comprometía a garantizar la seguridad del encuentro. Y claro, no ocurrió nada... durante, porque a la salida los incidentes en los barrios volvieron a aparecer y hoy el informe es de cerca de 20 heridos entre armas blancas y de fuego.
Pero claro, el show debía continuar... la pregunta es, ¿hasta cuándo?