El deficiente estado del césped fue uno de los inconvenientes con los que se encontró el Barça en el empate a cero ante el Milan. Los futbolistas tuvieron problemas para mantener el equilibrio, sobre todo en la parte final del encuentro.
Algunas informaciones publicadas este jueves por los medios deportivos barceloneses aseguran que durante la comida de directivas previa al partido, el Milan se había comprometido a regar el campo para facilitar la circulación de balón, algo que finalmente no se produjo.
Tras el partido, la práctica totalidad de jugadores del Barcelona, así como el entrenador, Pep Guardiola, se quejó por el estado del terreno de juego.
"Nosotros siempre nos adaptamos a todo. Venimos y jugamos, pero está claro que es un problema para el espectáculo", dijo Guardiola tras el partido.