Todo ocurrió en las canchas de la Troja, ubicadas cerca a Cali y Jumbo, en el Valle del Cauca, donde se llevaba a cabo un partido de la Liga de fútbol aficionado, entre Inmoventas y Macondo que no terminó nada bien. De hecho, de lo que menos se habló fue de la pelota.
Según informó el periodista Juan Cortés, "varios árbitros fueron agredidos por parte de jugadores y cuerpo técnico del equipo Inmoventas", dejando al juez Pablo Ramos, con fractura de mandíbula y a la espera de intervención quirúrgica producto de los golpes, pisotones y patadas que recibió, en su mayoría, estando en el piso.
"Los jueces de las otras canchas de la Troja intentaron auxiliar a su compañero, Luis Erazo, quien recibió una brutal golpiza de seis integrantes de Inmoventas", sentenció en su relato.
Ahora, se espera una investigación de las autoridades locales ante el violento y bochornoso hecho sucedido en la capital vallecaucana.