El encuentro frente a Rumanía tiene una gran responsabilidad por ser los anfitriones, Deschamps espera no se convierta "en una montaña".
"Independientemente del partido, está el contexto del encuentro inaugural y todo lo que eso representa. Pero no hay que hacer de ello una montaña (...) Nos preparamos desde hace dos años y hay que comenzar la competición con ganas, determinación y generosidad", declaró el técnico.
"Cuanto menos influencia tenga en los jugadores el entorno, mejor será", añadió en conferencia de prensa.
Para los jugadores, "lo fundamental es no focalizarse demasiado pronto y tener confianza". "Hay que tener ese temor, el nudo en el estómago, apretar los dientes, pero tenemos que ir sin calcular, sin presión, sin debilidad. El antes no nos debe condicionar nuestro estado de ánimo al pisar el campo".
Sobre su primer rival, Rumanía, Deschamps destacó "su (juego) colectivo y una organización defensiva de gran calidad, pero también es capaz de ir a presionar al adversario en su campo, tiene un cuarteto ofensivo interesante".