Una crítica al sistema como se están manejando los grandes negocios del balompié, en todo el planeta. El último ejemplo de que los dólares todo lo pueden, fue la transferencia de Carlos Tévez a China.
“El billete que permite tentar a los cracks a convertirse en bombarderos a sueldo y la estrategia de debilitar las huestes del rival arrebatándoles a sus ídolos mandan la parada. Algunos jugadores se comportan como pandilleros mientras que muchos dirigentes conforman mafias organizadas. Sálvese quien pueda”…
Ese es el abrebocas de una nota crítica y ácida de Shock.co, en la que se da una visión de las últimas grandes transferencias de futbolistas en el mundo.
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