Las grietas se multiplican en el PSG antes de recibir el martes al Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y un único pegamento sustenta al equipo más caro de la historia: Kylian Mbappé.
El joven delantero, que este verano hizo todo lo posible para pasarse al rival de los parisienses, que todavía no ha renovado su contrato con los franceses, mantiene paradójicamente en pie un edificio que hace aguas.
El ambiente no es el mejor para la recepción del Real Madrid, sin embargo, los jugadores se encargan de mantener la unidad en el plantel de cara a este importante duelo.
En la más reciente práctica, Neymar y Di María tuvieron que meterse a un rondo y entre Messi, Mbappé y Paredes se encargaron de volverlos 'locos' y no los dejaron coger la pelota, en un ejercicio donde no faltaron las risas.