Raphinha sufrió un fuerte golpe en su rostro de parte de Nicolás Otamendi, sangró en su labio, le suturaron dicha herida y no pasó absolutamente nada. El árbitro Andrés Cunha ni vio y tampoco fue asistido y ayudado por el VAR, durante el clásico del martes entre Argentina y Brasil, que terminó en un 0-0 en la ciudad de San Juan.
Esa cuestionada y violenta acción motivó duras declaraciones del técnico Tite y ahora se vendrá una queja formal de parte de la Confederación Brasileña de Fútbol, especialmente dirigida a la nula efectividad y criterio de Esteban Ostojich, responsable del VAR. Así lo consignó en las últimas horas 'Globo Esporte'.
Cabe señalar que tras el compromiso al entrenador Tite se le vio exaltado en la rueda de prensa y dijo que "es simplemente imposible, repito, es simplemente imposible no ver el codo de Otamendi en Raphinha. ¿Eso determinaría el resultado? No sé. El árbitro VAR de alto nivel no puede trabajar de esta manera, es inconcebible".